De cerca
el golpe seco abre la grieta
y separa
la carne del vientre
De lejos
el filo traza el corte
no somete al cuerpo
lo destiñe
En tu abismo
rezuma el húmedo aliento
mientras
las gotas van cayendo
de mi hendidura
como un río
el balanceo de tu risa
continúa
en el incesante eco
de las olas
del recuerdo